domingo, 7 de junio de 2009

17

Se hincha la cara,
la marca-cicatriz alargada por los años
puede decir tarde de sol encima,
hermano
pileta
rodillas negras.

Hay momentos en los que querría más cicatrices así.

2 comentarios:

Ishmael dijo...

Es la primera vez qeu llego, leo estos poemas que me pasan cerca, uvas y sandías. Te felicito, seguiré leyendo.

Luis Librero dijo...

Verónica: Me transportaron mucho tus poemas; hay algo muy lúdico y fresco en las imágenes que me remite a la infancia.
Ojalà que todo marche bien con la publicación de tu libro.

Cuidate y nos vemos... Luis