domingo, 21 de diciembre de 2008

11

Otro día soleado
en casa de mamá.
Ya no cocina
ni lava la ropa
bajo la parra.

Tiende su cuerpo al sol,
su cuerpo conocido.

Luego se levanta,
toma una uva,
huele, toca.

La prueba y sonríe,
me mira con esa placidez
que sólo sienten
los que descubren algo.

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